En los últimos años, el crecimiento de la industria discográfica ha sido seriamente limitado por el aumento de la piratería ya que más de la mitad -el 60%- de los discos vendidos en el mercado local no son originales. El incremento de los productos ilegales afecta por igual tanto a los sellos multinacionales como a los independientes.
También se suma otro fenómeno: cada vez menos gente compra discos originales por un solo hit (como solía suceder) al saber que simplemente puede descargarlo de Internet. Como resultado, muchas menos personas entran a las disquerías y se achica el mercado en su conjunto, incluso el independiente, que se favorecía indirectamente de las ventas de los artitas con mayor promoción. La consecuencias son dos y están entrelazadas: por un lado, las disquerías pasan a ser menos rentables y achican el espacio para la venta de discos, concentrándose en el top 100 o 200 (donde predominan las multinacionales); por otro, la diversidad de estilos se ve seriamente reducida con un predomino casi absoluto de lo “masivo”.
Según un estudio citado por la cámara del disco argentina (CAPIF) en el 2006 se descargaron en nuestro país más de 600 millones de canciones; aunque no existen datos más recientes, es seguro decir que ésta cifra aumentó aún más gracias amplio desarrollo de las conexiones de banda ancha.
Por: Federico Millenaar
jueves, 4 de septiembre de 2008
Una historia de piratas
Etiquetas:
discográficas,
piratería,
sellos independientes
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