Cuando uno piensa en la filosofía, se remite a los padres de esta disciplina. Platón con su doxa y episteme, el animal político de Aristóteles, Kant con la Crítica de la razón pura, el racionalismo de Descartes y el idealismo de Hegel, entre otros. Es este último personaje el que pululó por los pasillos de la Facultad de Ciencias Sociales el viernes 31 de octubre, cuando se desarrollaron las 1º Jornadas Internacionales de Debate Político. La mesa que nos tocó disfrutar abordaba el pensamiento dialéctico desde una óptica marxista, es decir, el llamado materialismo dialéctico. Lo particular dentro de lo universal (y viceversa), concepto que desarrolla este tipo de pensamiento, resultó objeto de una relectura por Marx y Engels. Pero fue Lenin quien la despojó de sus vestiduras solemnes y la insertó en el campo de lo real. “La doctrina de la unidad de los contrarios”, aquello era la dialéctica. Y de ella nacía y moría la historia, nacían y morían los sistemas y la cultura. La filosofía, de este modo, puede enseñarnos no sólo a entender la realidad, sino también a transformarla. A continuación, nuestros lectores podrán disfrutar de dos breves exposiciones de diferentes ponentes durante la charla. No pretendemos que se comprenda cabalmente el significado de cada discurso. Nos basta con que la persona que nos lea se abstraiga de sus banalidades cotidianas, al menos por un momento. La persona avezada quizá comprenda que nuestro objetivo más mediato es desterrar el posmodernismo de los enclaves universitarios, así como también el individualismo más chato en el que incurren principalmente los jóvenes.
*Martín Hermida*
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